Que un perro no quiera comer pienso puede convertirse en un verdadero problema para sus dueños ¿cierto? Sabes que tu amigo peludo necesita una dieta equilibrada para crecer fuerte y sano. Por eso te preocupa que la única reacción que tiene tu perro cuando le presentas una buena ración de pienso es mirar de reojo su comedero sin probar bocado.
Al final, terminas por darle algo más suculento como una chuchería, pienso húmedo o las sobras de la mesa para evitar que se quede sin comer. Pero sabes que así lo malacostumbras y le privas de una dieta completa lo que aumenta las posibilidades de que desarrolle obesidad y otras enfermedades (insuficiencia renal, pérdida de pelo, alergias…).
La buena noticia es que existen trucos para conseguir que tu perro coma pienso y que puedes poner en marcha desde hoy mismo. Descúbrelos en este artículo.
Por qué mi perro no quiere comer pienso
Antes de motivar a tu perro a comer pienso, debes averiguar las razones por las que ha perdido el apetito o está evitando este alimento.
Enfermedad
Si hasta ahora tu perro comía pienso seco con normalidad y has notado falta de apetito de repente con la consiguiente pérdida de peso, puede existir un problema de salud. En este caso te recomendamos que visites al veterinario para descartar patologías graves.
Problemas dentales
Revisa que no presente problemas dentales como dientes rotos o en mal estado, encías inflamadas o cualquier otra lesión en la boca que impida a tu perro comer con normalidad.
Vacunación reciente
Las vacunas son esenciales para la salud de tu mascota y, a veces, conllevan efectos secundarios leves como puede ser la falta de apetito. Por lo general estos síntomas desaparecen a las 24 horas, aunque pueden llegar a perdurar más.
Viajes, entorno desconocido o problemas emocionales
Los cambios en la rutina diaria afectan a los perros al igual que nos sucede a los humanos. Un traslado de vivienda, un viaje o una ruptura familiar son situaciones que pueden alterar el apetito de los peludos y provocar que rechacen el pienso que antes comían con normalidad. En estos casos, ten paciencia para que el perro recupere su rutina de alimentación habitual.
Problemas de comportamiento
Tu perro puede no querer comer pienso simplemente porque se ha vuelto quisquilloso y presenta un problema de comportamiento. Piensa que los perros responden a estímulos a través de conductas aprendidas.
Tu canino sabe que, para conseguir una comida más apetecible, como chucherías o comida casera, lo que debe hacer es no probar el pienso. Si cedes ante estas situaciones estás fomentando esa conducta aprendida de no comer pienso o comerlo únicamente si viene condimentado con un extra que le guste más.
Pienso de calidad
Asegúrate de que el pienso que ofreces a tu canino sea de calidad, cubra sus necesidades nutricionales y, por supuesto, que esté en buen estado. Comprueba la fecha de caducidad del producto y verifica que no desprende mal olor o tiene un color extraño.
Si sospechas que el pienso no está bien, deséchalo de inmediato. Es vital que el alimento que ofreces a tu perro sea seguro, completo y nutritivo para una dieta saludable.
Trucos para que mi perro coma pienso
Si la pérdida de apetito es causada por una enfermedad, el veterinario te indicará cómo proceder. Pero, si tu perro no quiere comer pienso por un problema de comportamiento, estos son los trucos que puedes poner en marcha para ganarle el pulso.
Cambia de pienso
Algo tan sencillo como cambiar de marca o elegir un pienso de otro sabor puede ayudar a despertar de nuevo el apetito de tu perro.
Busca pienso para perros de primera calidad que contenga carne real como ingrediente principal. Puede ser carne de oveja, venado, pollo o pato. También los piensos con alto contenido en pescados como salmón o atún son muy beneficiosos y sabrosos. Asegúrate de que el pienso no contenga colorantes o aromas artificiales para que resulte lo más sano posible y no provoque intolerancias (vómitos, diarreas…).
Si acabas de cambiar de marca y crees que esta novedad es lo que ha motivado que tu perro no se coma el pienso puedes facilitar la transición mezclando una pequeña cantidad del pienso nuevo con el antiguo. Ve disminuyendo poco a poco la proporción de pienso antiguo hasta sustituirlo por completo. De esta manera se irá acostumbrando al nuevo sabor.
Otro truco es agregar una pequeña cantidad de agua tibia al pienso. Al hidratarlo intensificarás el olor del alimento y esto animará al perro a comer hasta que se habitúe a su nueva comida.
Evita dar sobras a tu perro
Si tu perro está acostumbrado a que lo alimentes con sobras de la mesa es normal que su paladar prefiera esos nuevos sabores y rechace el pienso. Sin embargo, la comida de los humanos implica riesgos para tu perro porque no es equilibrada y puede provocar aumento de peso, pérdida de nutrientes esenciales para su desarrollo e incluso intoxicaciones. Estas son señales de que tu perro no está bien alimentado.
Si quieres frenar esta mala conducta debes dejar de darle sobras. Es normal que tu perro muestre signos de disgusto cuando te niegues a darle lo que pide. Con esta actitud, el canino espera que cedas. Pero tú debes mantenerte firme. Cuando el perro vea que las sobras están prohibidas y que el pienso es la única comida, interiorizará el mensaje y no tendrá más remedio que comérselo.
Para que esta estrategia funcione es esencial que, si convives con más personas, todos los miembros de la familia entiendan que no deben ofrecerle ningún alimento extra como chucherías o sobras. De lo contrario, te resultará más difícil erradicar la conducta.
Cuando pongas en marcha esta táctica asegúrate de que tu perro siempre tenga agua a su disposición. Así te aseguras de que estará hidratado, aunque se niegue a comer pienso durante unos días.
Modifica la rutina de alimentación y respeta los horarios
A veces, pequeños cambios en la rutina pueden hacer que tu perro esté más dispuesto a comer pienso. Algunas de las claves que puedes poner en marcha son cambiar la ubicación o la altura de su comedero, sustituir el propio comedero por otro diferente o poner parte del pienso en el suelo alrededor del plato de comida para estimular su olfato. Está demostrado que el hecho de tener que utilizar la nariz para localizar la comida es satisfactorio para el canino.
Otro truco para que tu perro coma pienso que resulta efectivo es ofrecerle un lugar tranquilo para que coma solo alejado de distracciones o de la competencia de otras mascotas.
Asimismo, debes respetar unos horarios de alimentación. Por norma general, los perros suelen hacer entre dos y tres comidas al día. Ofrece el pienso a tu perro en cada comida y retíralo tras 30 minutos. Además, evita ofrecerle golosinas o cualquier otro alimento entre horas. Así, aprenderá que hay ciertos momentos del día en los que se debe comer y se acostumbrará a unos horarios.
Ejercita a tu perro de forma regular
La actividad física nos abre el apetito a cualquiera ¿verdad? A los perros les sucede lo mismo. Tras la actividad y la quema de calorías les entra hambre.
Puedes jugar o dar un paseo con tu perro antes de servirle el pienso. No solo estimularás su apetito, sino que, además, estarás fomentando un estilo de vida saludable, enérgico y activo. Incluso puedes convertir estos paseos o juegos en una rutina para que asocie la salida con el posterior momento de la comida.
Ante todo, ten mucha paciencia con tu perro. Obsérvalo continuamente para descargar signos de enfermedad y mantente firme evitando que coma alimentos que no son saludables para él. El tiempo y la disciplina te permitirán cambiar la conducta de tu mascota hasta que la frase “mi perro no quiere comer pienso” sea cosa del pasado.
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