Comúnmente se tiene la creencia que los perros comen hierba como una forma de provocarse el vómito. No obstante, de entre la gran variedad de materiales que existen en la red, casi nunca se aborda este tema a partir de las investigaciones científicas que se tienen al respecto, y las cuales exhiben con mayor claridad cuanto de cierto hay en esto.
En este artículo analizaremos las principales evidencias que se han descubierto de forma fehaciente, así como algunas recomendaciones que hacen los expertos para tener en cuenta cuando nuestras mascotas registren este tipo de conducta.
¿Qué estudios existen al respecto?
Si tienes una mascota -e incluso si no la tienes- probablemente has notado que en algunas ocasiones los perros comen hierba o pasto, aunque quizás desconocías que esto puede tener, en realidad, varios significados y orígenes.
Una amplia investigación de la Universidad de California acerca del tema, comenzó investigando los resultados de 47 canes pertenecientes a la misma cantidad de veterinarios; claro que, sólo se incluyeron perros que tuvieran acceso a zonas con césped o hierbas, y que pudieran ser observados habitualmente por sus dueños.
El primer dato importante es que el 79% de los veterinarios reconocieron haber detectado a sus perros masticando e ingiriendo algún tipo de hierba; esto no es cualquier cifra, significaría que ¡los perros comen hierba en 4 de cada 5 casos de forma habitual!
Esto, de entrada, ya mostró indicios de que se trata de una conducta bastante común y normal en los perros, tanto como para empezar a descartarla como una patología, enfermedad o rareza.
¿Lo hacen por malestar?
También llamó la atención el hecho de que solamente un 8% de los interrogados declararon haber notado algún indicio de malestar previo a la ingesta de hierbas, y apenas un 12% señaló que se hubiera presentado vómito alguno.
Aunque los expertos quisieron ahondar aún más, y lanzaron una convocatoria en línea para participar de un estudio científico para buscar más datos acerca de por qué los perros comen hierba. Más de 3 mil personas enviaron solicitud, pero al final fueron 1571 perros los que calificaron con su cuidador respectivo.
En este estudio, la ingesta de hierbas también se reconoció como algo bastante común; el 68% de los dueños reconocieron haber detectado a sus perros haciéndolo -aunque también fueron menos las capacidades para asegurarse plenamente de ello-, y coincidió también con un porcentaje del 8% de casos donde se presentaron indicios de malestar, mientras que el vómito estuvo presente en las mascotas de un 22 por ciento de los entrevistados.
A partir de estos datos también se documentó la presencia del pasto como el tipo de hierba que más frecuentemente es masticado y engullido por los perros -alrededor del 79%-.
Otro hallazgo notable es que no se documentó relación alguna entre el hecho de que los perros comen hierba y su sexo, su raza o su tipo de dieta. Sin embargo, sí se encontró un vínculo notable con relación a su edad. Se detectó que los perros jóvenes tenían una mayor tendencia a comer tanto césped como otras hierbas, además de que también era menos frecuente la ingesta antecedida de un malestar, y en consecuencia el vómito posterior.
El motivo para que se registrara que los perros comen hierba con mayor frecuencia en los jóvenes, lo aluden a que suelen tener una conducta más curiosa, donde les gusta experimentar con nuevos sabores comestibles, además de servir incluso como una especie de relajante.
Que los perros coman pasto es normal
En conclusión, los científicos señalaron que comer pasto no era indicio de que algo estuviera mal con la salud de los perros, sino un hábito normal, que muy posiblemente proviene de la información genética de sus ancestros, los lobos, quienes han desarrollado este hábito de forma milenaria en su estado natural. Los lobos han comido pasto y hierbas tanto para calmar la ansiedad cuando no tienen que comer, como también para purgarse de bacterias.
Esto coincide también con otro estudio posterior realizado por investigadores de la Universidad de New England en Australia, quienes afirman haber realizado el primer experimento científico -el anterior se basó en la información de testigos-, para el que registraron a detalle el comportamiento de 12 perros en un periodo de 6 días.
Tras analizar los resultados, los científicos, de igual forma, concluyeron que el hecho de que los perros comen hierba, no se asocia con algún padecimiento o enfermedad, y por el contrario parece tratarse de una rutina normal de los perros.
¿Cuándo los perros comen hierba y qué es lo que provoca?
Aunque, algo que descubrieron los investigadores es que, de hecho, la ingesta de pasto era más frecuente antes de comer que después de hacerlo, motivo por el cual también fue relacionado más como un tema de ansiedad e incluso como una forma de apaciguar el hambre, lo cual sería mucho más común que que lo hagan con fines purgativos.
Asimismo, también notaron que esta conducta se realizaba con mayor frecuencia en etapas tempranas del día, lo que de igual forma fue asociado con una menor saciedad.
Aún así, también se reconoce que el pasto en las paredes intestinales del perro incentiva el surgimiento de ácidos gástricos, que son en última instancia los que llegan a generar el vómito. Además, en realidad esta material vegetal también facilita el arrastre de gusanos, lo que, combinado con las contracciones intestinales producidas por la fibra en la hierba, permite incentivar el proceso de evacuación, el cual generalmente no se expresa mediante el vómito, sino a través de una mejor digestión.
Entonces, ¿es bueno o malo que los perros coman hierba?
En conclusión, podemos afirmar que la ingesta de pasto es una conducta totalmente normal en los perros, y la cual en la mayoría de casos se produce como una forma de calmar la ansiedad, aunque también tiene fines digestivos y purgativos para los perros.
Sólo en las ocasiones en que los perros comen hierba de forma súbita y con gran rapidez y vigor, podría tratarse de un malestar más urgente que podría realizar el perro para tratar de expulsar algo en su cuerpo, por lo que en estos casos no está de más la consulta con el veterinario para considerar otros síntomas.
Por este motivo no tienes que regañar a tu perro cuando come hierbas, sólo se recomienda tener cuidado en terrenos desconocidos, tanto por la presencia de hierbas venenosas como de fertilizantes tóxicos, que serían los únicos factores de riesgo en estos casos.
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